domingo, 6 de noviembre de 2011
Me siento en mi cama y miro por la ventana como cae la lluvia, y me pongo a pensar en todas esas cosas que hemos pasado juntos, y el por qué te perdí sin nunca haberte tenido, mientras escuchaba esa canción que nos encantaba a los dos. Entonces veo pasar a alguien por la calle, alguien con una capucha puesta, y las manos metidas en los bolsillos de su sudadera, cabizbajo, parándose frente a la valla de mi casa. Me doy cuenta de que ese alguien eres tú en cuanto te quitas la capucha y las gotas de lluvia empiezan a empapar tu moreno pelo. Distingo en tus ojos unas lágrimas antes de que las pequeñas gotas de lluvia se derramasen en tu cara. Otra lágrima se resbaló por mi mejilla al verte, entonces miras a mi ventana y me ves. Apoyo mis dedos sobre la ventana, y tú me miras, triste, arrepentido. Entonces aparece ella, te limpias las lágrimas, la sonríes falsamente, y ella te planta un beso. Me limpio las lágrimas, aunque cada vez había más sobre mi cara. Miras hacia atrás, y te encuentras con mi mano, insultándote, y con mi fría mirada. Cada vez noto tu mirada más arrepentida, pero veo que no piensas hacer nada para impedir lo que está pasando. Ella te agarra de la mano y te mete bajo su paraguas, transparente, y me quedo mirando la escena, pudiendo ver como te besa. Le doy un puñetazo a mi ventana y me tumbo boca abajo, estampando mi boca contra la almohada, y gritando, de rabia, sin importarme el dolor que sentía en mi mano. Noto como mis piernas se mojan, me doy la vuelta, y veo que la ventana está rota. Me miro la mano, ensangrientada. Cojo una venda del cajón de mi mesilla, y me la pongo en la mano. Bajo la persiana evitando que la lluvia entrase en mi habitación, y enciendo una lámpara. Me tumbo mirando al techo, y poco a poco voy cerrando los ojos, mis húmedos ojos, y me quedo dormida...
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